Si usted no suele borrar los correos electrónicos que le van llegando tenga cuidado, porque la cosa puede ir a más. El volumen de e-mails está creciendo de manera desorbitada, tanto por el spam como por la moda de socializar, y está provocando una epidemia entre los usuarios: el síndrome de Diógenes. Cuentas de correo desbordadas a las que no se puede hincar el diente si no se tienen dos horas por delante, con una sensación generalizada de que el e-mail nos supera y nos hace perder un tiempo precioso.
Sobre las causas de esta sobrecarga de mensajes, Fernando Garrido, vicepresidente del Observatorio para la cibersociedad, revela el que puede ser uno de los principales motivos de que la mayoría de bandejas de entrada parezcan trasteros abandonados: "El usuario tiene la percepción de que su capacidad de almacenamiento es infinita, por lo que tan sólo elimina correos de coordinación (quedar en un sitio a una hora) o spam". Pero el correo corre el riesgo de reventar. "Conozco a gente que ha perdido todos los e-mails porque se le ha saturado la cuenta, y es una papeleta de cuidado", cuenta Alicia.
Según Contactlab, una empresa especializada en correo electrónico, los españoles reciben diariamente 350 millones de mensajes, una media de 23 cada uno. El rey sigue siendo Hotmail, que es el favorito del 70% de los internautas, según este estudio.
Según Contactlab, una empresa especializada en correo electrónico, los españoles reciben diariamente 350 millones de mensajes, una media de 23 cada uno. El rey sigue siendo Hotmail, que es el favorito del 70% de los internautas, según este estudio.
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