David Carr

David Carr writes the Media Equation column for the Monday Business section of the New York Times that focuses on media issues including print, digital, film, radio and television. He also works as a general assignment reporter in the Culture section of The Times covering all aspects of popular culture. Carr blogs regularly at Media Decoder. For the past 25 years, Carr has been writing about media as it intersects with business, culture and government. He began working at the Times in 2002 covering the magazine publishing industry for the Business section. Prior to joining the Times, Carr was a contributing writer for The Atlantic Monthly and New York Magazine. In 2000, he was the media writer for Inside.com, a web news site focusing on the business of entertainment and publishing. Before coming to New York, Carr served as editor of the Washington City Paper, an alternative weekly in Washington D.C. for five years. From 1993 to 1995, Carr was editor of the Twin Cities Reader, a Minneapolis-based alternative weekly, and wrote a media column there as well. Fuente:http://topics.nytimes.com/top/reference/timestopics/people/c/david_carr/index.html?inline=nyt-per

Google seguirá escaneando libros pese al varapalo judicial en EE UU


Google no va a tirar la toalla en su proyecto de escaneado masivo de libros pese al palo en la rueda que el martes le puso un juzgado de Nueva York. Por tercera vez, los tribunales devuelven a la mesa de negociación el acuerdo entre el buscador, la asociación de editores y el gremio de escritores de EE UU; un pacto que debía desbloquear el ambicioso plan. A tenor de su reacción, poco le ha importado al buscador que el juez Denny Chin considere que el acuerdo propuesto no es "ni justo, ni adecuado ni razonable" y que, además, viola los derechos de autor. "Con independencia del resultado, continuaremos trabajando con Google Books para hacer accesibles online más libros", ha dicho la ejecutiva de Google, Hillary Ware. "No vamos a hacer ningún comentario más", añadieron desde Google España. James Grimmelmann, profesor asociado de la New York Law School, avanza en su blog que a Google se le presentan ahora tres opciones. Una, intentar recurrir la resolución del juez ante una instancia superior; otra, olvidar el acuerdo y reabrir el litigio con los editores y escritores de EE UU (lo que originó todo este proceso) y una tercera -la más verosímil-, volver a redactar el acuerdo en los términos que propone el juez y presentárselo de nuevo. Las partes se verán las caras otra vez el 25 abril. En un lado estarán Google, la asociación de editores y el gremio de autores de EE UU; en el otro, el Departamento de Justicia de EE UU, una amalgama de empresas (entre otras Amazon y Microsoft), grupos de presión y expertos. Ellos han ido suministrando al juez cientos de alegaciones contra el acuerdo, muchas de las cuales se verían "mejoradas", según Chin, si el texto cambiara de naturaleza.

Biblioteca digital mundial



El Bibliotecario del Congreso de los EE.UU. James H. Billington propuso la creación de la Biblioteca Digital Mundial en un discurso dirigido a la Comisión Nacional de los EE.UU. para la UNESCO en junio de 2005. La idea básica era crear una colección en Internet, de fácil acceso, de todos los tesoros culturales del mundo que contaran las historias y destacaran los logros de todos los países y culturas, promoviendo así la sensibilización y el entendimiento intercultural. La UNESCO acogió la idea como contribución para cumplir los objetivos estratégicos de la UNESCO, que incluyen promover las sociedades del conocimiento, aumentar las capacidades de los países en desarrollo y promover la diversidad cultural en la web. El director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, asignó al Sector de Comunicación e Información de la UNESCO, encabezado por el Dr. Abdul Waheed Khan, para trabajar con la Biblioteca del Congreso en el desarrollo del proyecto.

La Biblioteca Digital Mundial pone a disposición en Internet, de manera gratuita y en formato multilingüe, importantes materiales fundamentales de culturas de todo el mundo.
Los objetivos de la Biblioteca Digital Mundial son:
Promover el entendimiento internacional e intercultural;
Ampliar la cantidad y la variedad de contenidos culturales en Internet;
Facilitar recursos a los educadores, estudiosos y el público en general;
Permitir a las instituciones asociadas reducir la distancia digital dentro de y entre los países.

enlace a la Biblioteca Digital mundial: http://www.wdl.org/es/

Primer número de la revista digital de Google


Google ha puesto en marcha un proyecto editorial propio que se acaba de estrenar. Think Quarterly es la primera edición de una revista online, que en esta ocasión consta de 68 páginas y está centrada en la importancia de la información y las bases de datos. La publicación es trimestral y realiza un tratamiento profundo de los temas, incluyendo entrevistas y análisis. La revista Think Quarterly se publicará con una periodicidad trimestral. Google ha diseñado su publicación como un espacio donde tratar ampliamente temas de tecnología e Internet, y la ha definido como un “espacio para respirar en un mundo ajetreado”. El primer número de Think Quarterly, cuya misma estética y orden se espera que sigan las ediciones posteriores, tiene un carácter muy visual. Hay contenido profundo, con texto abundante pero llaman la atención las imágenes que acompañan a los análisis a través de las 68 páginas de revista.

Mike Shatzkin: Los libros electrónicos reviven la historia de los libros de bolsillo


La revolución del libro electrónico está empezando a parecerse mucho a la de los libros de bolsillo para el mercado de masas.
La publicación de libros de bolsillo en realidad fue «inventada» por Sir Allan Lane cuando creó Penguin en Gran Bretaña antes de la Segunda Guerra Mundial. (Wikipedia la atribuye a un editor alemán, que publicó los primeros libros de bolsillo económicos unos años después, pero fue ciertamente Lane el primero en hacerlo en inglés, y merece un especial reconocimiento, ya que la compañía que puso en marcha continúa dedicándose a lo mismo hasta el día de hoy.) Pocket Books, en los EE. UU., también nació justo antes de la guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, el historiador y erudito Philip van Doren Stern (que escribió, entre otras cosas, el cuento del New Yorker en que se basó el clásico ¡Qué bello es vivir!) llevó a cabo un proyecto para el ejército de EE. UU. gracias al cual se puso al alcance de las tropas libros de bolsillo económicos.
Cuando la guerra terminó, la publicación para el mercado de masas creció mucho. Muchas editoriales –Ballantine, Bantam, Signet, Avon– comenzaron su actividad al año siguiente. La clave del mercado de masas era que practicaba su distribución mediante la red de mayoristas que colocaba las revistas en los quioscos y en las pequeñas tiendas (con frecuencia, farmacias) en todo EE. UU. A diferencia de los libros para librerías, que requerían un acuerdo entre el editor y el librero para situar cualquier libro en una tienda al por menor, los mercados de masas fueron «adjudicados» por el editor al mayorista y, a su vez, distribuidos por el mayorista a los puntos de venta que controlaba.
Fuente:
http://www.anatomiadelaedicion.com/2011/03/mike-shatzkin-los-libros-electronicos-reviven-la-historia-de-los-libros-de-bolsillo/

Publisher Limits Shelf Life for Library E-Books

Imagine the perfect library book. Its pages don’t tear. Its spine is unbreakable. It can be checked out from home. And it can never get lost.
The value of this magically convenient library book — otherwise known as an e-book — is the subject of a fresh and furious debate in the publishing world. For years, public libraries building their e-book collections have typically done so with the agreement from publishers that once a library buys an e-book, it can lend it out, one reader at a time, an unlimited number of times.
Last week, that agreement was upended by HarperCollins Publishers when it began enforcing new restrictions on its e-books, requiring that books be checked out only 26 times before they expire. Assuming a two-week checkout period, that is long enough for a book to last at least one year.
What could have been a simple, barely noticed change in policy has galvanized librarians across the country, many of whom called the new rule unfair and vowed to boycott e-books from HarperCollins, the publisher of Doris Lessing, Sarah Palin and Joyce Carol Oates.
“People just felt gobsmacked,” said Anne Silvers Lee, the chief of the materials management division of the Free Library of Philadelphia, which has temporarily stopped buying HarperCollins e-books. “We want e-books in our collections, our customers are telling us they want e-books, so I want to be able to get e-books from all the publishers. I also need to do it in a way that is not going to be exorbitantly expensive.”

Fuente: http://www.nytimes.com/2011/03/15/business/media/15libraries.html?_r=2&ref=technology

LOS HÁBITOS LECTORES DE LOS FUTUROS MAESTROS Y MAESTRAS Y EL FOMENTO DE LA LECTURA EN LA ESCUELA

Resumen del artículo escrito por Cristina Granado Alonso,María Puig Gutiérrez y Carmen Romero Rodríguez:

La escuela es un escenario idóneo para la formación de lectores, no sólo porque sea la encargada del desarrollo de las competencias lectoras de niños y niñas, sino porque, además, para una gran parte de éstos la escuela constituye la única oportunidad de descubrir las posibilidades de desarrollo personal, social, moral, de placer y de ocio que la lectura ofrece. Ahora bien, si la afición a la lectura se contagia en gran parte por emulación, los promotores de ésta no pueden ser otra cosa que lectores que sepan comunicar su entusiasmo; la relación personal de los docentes con respecto a la lectura puede constituir un factor condicionante de su disposición profesional hacia el fomento de la práctica lectora en aulas y escuelas. Nuestro trabajo en formación inicial de maestros y los datos sobre lectura en los jóvenes en nuestro país nos llevaron a cuestionarnos acerca de los hábitos lectores de nuestros futuros maestros que, algún día, deberán asumir la misión de promover la afición lectora entre sus alumnos. Para conocer tales hábitos, se encuestó al conjunto de estudiantes que finalizaban sus estudios de maestros en tres universidades andaluzas. Los resultados revelan que estos sujetos muestran una relación muy débil con la lectura: son lectores poco asiduos e inmaduros, frecuentan poca variedad de textos, no otorgan gran valor a los libros, sobreestiman su práctica lectora, utilizan poco las bibliotecas y hacen un uso fundamentalmente instrumental de la lectura. Estos datos nos llevan a reflexionar sobre el modo en que este perfil lector puede afectar a la educación lectora de niños y niñas y a considerar la necesidad de fomentar la lectura entre los futuros maestros como objetivo de su formación inicial.

RESULTADOS:
Los resultados de este estudio nos llevan a afirmar que los futuros maestros encuestados presentan un escaso hábito lector. Si reunimos los libros de formación y de literatura que dicen leer en un año, encontramos que el 65% de ellos lee menos que la media nacional estimada por el Barómetro de la FGEE en el año 2009 y que se sitúa en 8,5 libros. Comparándolos con los datos de lectura de jóvenes de edad similar (20-24 años) obtenidos por el estudio del Ministerio de Cultura y Fundación Autor (2005) observamos que, mientras este trabajo detecta que el número medio de libros leídos al año por este grupo de edad está comprendido entre 12 y 16 libros, en el caso de nuestros maestros en formación, el 50% lee entre dos y seis libros al año y un escaso 3% lee más de 12 libros.
También se aprecia que el 88,6% de nuestros sujetos se halla por debajo de la media nacional en cuanto a compra de libros se refiere, estimada en 7,8 libros anuales por el mismo barómetro de la FGEE. La compra de libros se considera un indicador del valor que se le otorga a la lectura (Chartier, 2004).
De otro lado, hemos comprobado que gran parte de los sujetos encuestados hace tan sólo un uso instrumental de la lectura: leen para responder a las exigencias académicas de sus estudios de maestro. Aún cuando el 85% dice realizar este tipo de lecturas obligatorias con elevada frecuencia, el 60% de la muestra lee menos de tres libros de formación al año, lo que significa que se sobreestima la propia práctica lectora; al tiempo, la lectura libre de textos relacionados con su formación presenta una frecuencia ocasional. Ya hemos visto que la motivación extrínseca a la lectura, la promovida por exigencias externas, no sostiene el hábito lector, luego es probable que finalizados los estudios se abandone.
Por su parte, la lectura literaria es la variable que más condiciona la percepción que tienen de sí mismos los futuros maestros como lectores. No obstante, tampoco son lectores asiduos de literatura: sólo el 11,6% lee más de 7 obras literarias al año y casi el 20% afirma no leer nunca literatura. También hemos visto que la lectura literaria que estos futuros maestros realizan se centra fundamentalmente en productos de consumo muy publicitados, lo que constituye, según Gómez Yebra (2008), un síntoma de lector inmaduro. La recurrencia de títulos también refleja un comportamiento típico en lectores de bajo hábito: éstos citan o leen lo que les suena conocido, mientras que los lectores asiduos tienen intereses más dispersos (Colomer, 2009).
Por otro lado, también presentan un perfil muy poco diversificado de tipos de lectura, como hemos visto en la frecuencia lectora de diferentes tipos de textos y en los títulos citados., lo que puede reflejar escasas inquietudes intelectuales. Si a ello le unimos su escaso hábito de uso de las bibliotecas como vía de acceso a la lectura, quizás podamos explicarnos su posterior dependencia de los libros de texto comerciales y, por tanto, de las lecturas propuestas por los mismos, algo que difícilmente casa con la promoción del placer lector en los niños y niñas que es algo que radica en la atención a la diversidad de inquietudes, intereses y aptitudes que conviven en un aula.
Si se requieren maestros lectores para formar lectores, estos datos invitan al desconsuelo. Los hábitos lectores probablemente guardan relación con el valor real, no el declarado, que se le atribuya a la lectura y con la propia relación afectiva que se mantenga con ésta como práctica asociada o no a placer. Es difícil pensar que maestros que mantienen una relación distante, reducida y débil con la lectura puedan generar entornos escolares lectores, puedan contagiar su entusiasmo y pasión por leer, puedan hablar de sus propias lecturas y de la emoción que les generan, puedan funcionar como modelos de lector. Es preciso, por tanto, plantearse como objetivo de la formación inicial de maestros impulsar los propios hábitos lectores de nuestros estudiantes, promoviendo intereses y lecturas de todo tipo, procurando espacios y tiempos para compartirlas, utilizando las bibliotecas como centro neurálgico de su formación y procurando reconstruir la experiencia lectora de muchos de ellos como un paso complicado, eso sí, pero importante de cara a afrontar el reto de la formación de lectores en la escuela.

HarperCollins limita el préstamo de ebooks en bibliotecas


Los libros electrónicos empiezan a popularizarse en las bibliotecas. El usuario acude con su lector digital (si no tiene incluso es posible que también se lo presten) y se lleva durante dos semanas el libro en formato digital, igual que antes se lo llevaba en papel.
Una ventaja de este sistema es que se evita el deterioro físico de los libros en papel: después de una temporada en los estantes públicos, sus esquinas y su encuadernación ya no son lo que fueron al principio.
Pero hay quien empieza a poner limitaciones a los préstamos digitales. La editorial HarperCollins limitará los préstamos en bibliotecas de sus libros electrónicos, de forma que el centro sólo pueda prestarlos 26 veces antes de que caduquen sus derechos. Como si después de 26 lectores, el libro de papel se deshiciera entre sus manos.
La estrategia de HarperCollins, una editorial que gestiona los derechos de escritores como Michael Crichton, es algo sorprendente tanto por las diferencias que establece con los libros físicos como por el límite de préstamos que han impuesto, con el aparentemente aleatorio número de 26.
HarperCollins asegura que es su forma de buscar el equilibrio entre los derechos de los autores, el valor que reciben las bibliotecas de sus títulos y una presencia en bibliotecas. Pero los críticos señalan que más bien, hará que estos centros se planteen dos veces a qué editorial o qué titulos compran, ya que después de un cierto tiempo tendrán que reponer o comprar en papel ciertos ejemplares.
Fuente:

Una tendencia para los próximos años: la auto-publicación de libros electrónicos


Amanda Hocking es una joven escritora de 26 años que, cansada de tener que lidiar con editoriales para poder publicar los libros que ella misma había escrito, se decidió a utilizar las herramientas que empresas como Amazon (y su Kindle) ofrecen para auto-editar sus propias creaciones. Con esta estrategia vendió cerca de 150.000 e-books en el 2010 y sólo en enero de este año alcanzó la increíble cifra de 450.000 copias vendidas.
Algo similar lo hemos visto en los últimos años en el mercado de la música, donde el cada vez más fácil acceso a herramientas de grabación, edición, publicación y difusión han provocado una oleada de grupos y artistas que, de tener que pasar por el aro de las discográficas, muchos se habrían quedado sin la posibilidad de ver sus obras publicadas.
Ejemplos como el de Amanda son excepciones en el mercado de los libros electrónicos, pero no sería de extrañar que con el paso de los meses y los años veamos más y más obras auto-editadas. Y lo que es más importante, obras de éxito que supongan un apoyo económico o una forma de vida para sus creadores.
Y con esto no quiero decir que los precios de dichas obras tengan que ser abusivos, como muchos de los que vemos hoy en día tanto en libros de papel como electrónicos, si no que pasemos de un modelo de negocio basado en el margen de beneficios a uno que se base en el volumen de ventas, en detrimento del precio; aspecto que casi todos los consumidores valoran como positivo y que asegura que un público muy variado pueda acceder a tus libros.

Fuente: http://www.genbeta.com/multimedia/una-tendencia-para-los-proximos-anos-la-auto-publicacion-de-libros-electronicos