En el siglo XXI los directivos del mundo digital han alcanzado la misma cotización mediática que las estrellas de Hollywood. Cualquiera que pasase ayer frente a la Morgan Library de Nueva York podría haber pensado que dentro se escondían Nicole Kidman o Penélope Cruz. Pero no, los más de 200 periodistas que a primera hora se peleaban por entrar en este museo de diseño limpio y luminoso acudían a ver a Jeff Bezos, fundador y presidente de Amazon.com. Intentando emular al maestro Steve Jobs (de Apple) en el arte de crear expectativas y conseguir publicidad gratuita, Bezos, con la inestimable ayuda del escritor de terror superventas Stephen King, había convocado "secretamente" a la prensa hace días para presentar el Kindle2, la nueva versión del llamado iPod de los libros.
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