Libro electrónico: ruegos y preguntas (El sector editorial se debate entre el papel y el imparable avance del soporte digital)


Un enviado del futuro ha puesto la galaxia Gutenberg patas arriba. El libro electrónico es el tema de conversación definitivo -con permiso de la crisis- en el mundo editorial de 2009. Están los apocalípticos -que niegan la revolución digital y proclaman la insuperable mística del libro-, los integrados -al día del último ingenio- y los despistados -la mayoría-. Dos años después de la aparición del Kindle, el e-book de Amazon, ha vendido medio millón de unidades y se ha convertido en el símbolo de esa revolución. La cara visible de un giro copernicano lleno de malentendidos y preguntas.

¿Por qué se ve como una amenaza? Básicamente, por ser lo que más se parece a un libro después del propio libro. Pese a lo que podría dar a entender la terminología cibernética, la pantalla de un libro electrónico tiene más en común con una página de papel que con el monitor de un ordenador. Empezando por la llamada tinta electrónica. Permite que el texto no parpadee y que los píxeles, enemigos de la salud ocular, se eliminen de la ecuación. La vista no se cansa porque la pantalla, al contrario que la de una computadora, no está retroiluminada; necesita un foco de luz externo.

Todos destacan dos virtudes en el libro electrónico: su capacidad y su peso. El eReader, de Sony, principal competidor del Kindle, permite almacenar 160 títulos y pesa 260 gramos, menos que un best seller de tapa dura. Además, se puede subrayar, aumentar el cuerpo de la letra y cambiar los márgenes para facilitar la lectura.

Fuente:http://www.elpais.com/articulo/cultura/Libro/electronico/ruegos/preguntas/elpeputec/20090301elpepicul_1/Tes

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