En un año un tanto gris y triste –ya saben: crisis económica, paro, depresión- en el Maratón de los Cuentos de Guadalajara estamos de celebración, porque cumplimos 18 añitos. Vamos a contracorriente, lo sabemos, pero pensamos que es bueno que así sea. Es porque los cuentos, afortunadamente, no son como la realidad. En ellos se puede uno enfrentar a dragones y fantasmas –reales o imaginarios–, ser más alto y, sobre todo, mejor, tener superpoderes, salvar a príncipes o princesas…
Luego, claro, hay que volver a la realidad. Pero siempre se vuelve con algo aprendido, una pena curada o consolada, un amor renovado o planes para un viaje a una región remota o a nuestro yo más íntimo.
En esta mayoría de edad que estrena, el Maratón de los Cuentos se conserva lozano y fresco como una rosa recién cortada, pero es bueno volver la vista atrás para seguir con más fuerza hacia delante. Por eso, hemos querido que ell tema de este año sea la Memoria, el Sonido de la Memoria.
Luego, claro, hay que volver a la realidad. Pero siempre se vuelve con algo aprendido, una pena curada o consolada, un amor renovado o planes para un viaje a una región remota o a nuestro yo más íntimo.
En esta mayoría de edad que estrena, el Maratón de los Cuentos se conserva lozano y fresco como una rosa recién cortada, pero es bueno volver la vista atrás para seguir con más fuerza hacia delante. Por eso, hemos querido que ell tema de este año sea la Memoria, el Sonido de la Memoria.
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